“Los políticos son como las prostitutas: lo que les importa es que hablen de ellos”

Wilber Rico/Tribuna Latina

Barcelona, Febrero 22, 2008.—

Caricaturista, diseñador y articulista. Más de 20 años en el oficio. Ha publicado sus caricaturas en El Siglo, El Espectador, El Colombiano y Semana, donde actualmente publica una sección llamada Vladdomanía. En 1997 creó Aleida, un personaje descreído y un tanto cínico con la que se han identificado muchas mujeres colombianas (algunas incluso la consideran un símbolo de la lucha de las mujeres por la igualdad ante los hombres, aunque Aleida no se considera así misma una feminista). Ha recibido cinco premios nacionales de periodismo en Colombia y el Premio a la Excelencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (2002). Fue director de la revista Poder, y director y creador de Un Pasquín, periódico de oposición política merecedor del “Award of Excellence 2006” de la Society for New Design.

TRIBUNA LATINA dialogó con Vladdo.

Usted tiene una sección en la revista colombiana de actualidad Semana, titulada ‘Vladdomanía’, ¿a qué le tiene manía Vladdo?

Le tengo manía a la política porque me gusta seguirla, comentarla, criticarla y burlarme de ella. Desde joven siempre me han gustado las páginas de opinión de los periódicos y de ahí quedé enganchado con la política.

¿Si no existieran los políticos a qué se hubiera dedicado?

No lo sé, pero si hoy en día tuviera que escoger me dedicaría a hacer Aleidas [uno de sus personajes], me dedicaría a hablar de sexo, de las familias, de las relaciones personales…

¿Alguna vez ha tenido una anécdota con algún personaje que haya caricaturizado?

Los políticos son como las prostitutas, lo que les importa es que hablen de ellos. No importa que sea mal, pero que hablen. Yo creo que prefieren salir en una caricatura que ser ignorados.

¿Qué opina de la reciente ruptura entre Chávez y Uribe?

Lo que pasa es que se trata de dos gobiernos regidos por populistas, uno de derechas y otro de izquierdas, y estas rupturas les conviene a ambos para distraer la atención de otros temas. La ruptura de la mediación de Chávez y la Senadora Piedad Córdoba con las FARC estaba cantada. Yo lo había dicho hace tres semanas en una entrevista para la cadena Caracol. Era algo que se veía venir.

Dicen que usted es una ‘pesadilla’, ¿a quién le quita el sueño Vladdo? ¿Quién se lo quita a Vladdo?

Me gustaría quitárselo a tanta gente que hace las cosas con los pies, menos a los futbolistas. A los políticos en general. Y es un círculo vicioso porque ellos también se lo quitan a uno, pues siempre estoy pensando en las cosas que dicen y hacen.

¿Cuál es su peor pesadilla?
Ese honroso lugar se lo disputan Bush, Uribe, Chávez y Castro.

¿Cuál es el caricaturista colombiano y latinoamericano más entrañable para usted?
Fontanarrosa era uno de los más entrañable y Rogelio Narango, un caricaturista mexicano fascinante. De Colombia me gustan mucho Yayo, Naide y Osuna.

¿El personaje de caricatura que más recuerda?
Me gustan Boogie, el aceitoso; Calvin y Hobbes y Herman.

¿Cuáles son sus influencias más directas?
El colombiano Osuna, por su forma de seguir los temas, con juicio, con un seguimiento de la cosa política y por su actitud independiente frente a los medios para los que trabaja.

Hablemos de su última creación, el periódico Un Pasquín, un periódico de oposición al presidente Álvaro Uribe, ¿cómo ha sido esa experiencia? 

Es un trabajo que tocaba hacer. Era necesario que alguien lo hiciera y terminé haciéndolo yo. Era muy protuberante la falta de objetividad y de crítica que había en Colombia y que todavía persiste en el manejo de la información que tiene que ver con el presidente Uribe.

¿Está satisfecho?
No, para nada. Estoy tranquilo de conciencia por hacer el esfuerzo, pero tener que hacer un periódico con las uñas significa un esfuerzo grande y no se consigue la difusión que uno quisiera tener.

¿Tiene vida Un Pasquín más allá de Uribe?
Yo llevo más de 20 años haciendo oposición en Colombia y sé que después de Uribe vendrá otro presidente que hará las cosas con los pies. Siempre que haya presidentes habrá oposición.

¿Conspira usted para que Uribe deje el poder?
Es muy pretensioso postularse como el que va a salvar a un país de un personaje como Álvaro Uribe o cualquier otro por más infame que sea. Uno trata de hacer su aporte. Es muy difícil que Uribe caiga porque los populistas siempre tienen mucho arraigo popular, por eso son populistas. Y Uribe es un populista de derechas así como Chávez lo es de izquierdas.

Un Pasquín acaba de recibir un ‘Award of Excellence’ de la Society for News Design de Estados Unidos, ¿qué significa este premio para usted?
Un premio de diseño para un periódico que recién comienza, era la primera vez que participábamos en un evento en el que hay más de 16 mil piezas, es algo meritorio porque es un periódico gratuito en el doble sentido de la palabra: no se les cobra a los que lo leen ni se les paga a los que escriben y se hace con las uñas por lo que cualquier reconocimiento internacional es siempre bienvenido y sirve para aplacar un poco las críticas.

¿Cuál es su periódico favorito?
Sería como un retazo de periódicos, porque leo muchos diferentes y cambio continuamente. Un día leo el Clarín de Buenos Aires, otro día El País de Madrid, otro El Universal de Caracas, otro día El Universal de México, The New York Times… a veces todos ellos en un mismo día.

¿Qué es lo que más le aburre de un periódico?
Las posiciones arrodilladas con el poder.

¿Cuál es su portada perfecta?
Una portada perfecta es la dice lo que tiene que decir y como lo tiene que decir, sin maquillar. Recuerdo una del periódico Libération cuando se firmaron los acuerdos de Camp David (2000) entre Israel y Palestina. En lugar de publicar la foto que publicaron en todas partes de Rabín, Arafat y Clinton, Libération hizo un primer plano de las manos estrechándose. No hacía falta poner las caras.

¿No le parece muy triste que en Colombia sólo exista un periódico de circulación nacional y que dos de sus accionistas hagan parte del gobierno en altos cargos?
Es lamentable y absurdo.

¿A quién entrevistaría hoy?
Sería muy bueno entrevistar a alguien como Chávez, por ejemplo, para ver qué puede decir y si nos puede convencer de algo pues su retórica es bastante discutible.

¿Qué le preguntaría a Álvaro Uribe hoy?
Que me contestara las preguntas que no me quiso contestar cuando lo entrevisté [En una entrevista realizada en enero de 2006, Vladdo le menciona a Álvaro Uribe una petición del ex presidente César Gaviria para que rechazara el apoyo de personas sospechosas de tener relación con los paramilitares, a lo que el presidente Uribe se negó a contestar].

¿A los paramilitares?
Que cuándo van a decir la verdad…

¿A la guerrilla?
Igual y que cuándo van a dejar de jugar con el dolor de los colombianos…

aleida 2 345 345Aleida es otra de sus creaciones, un personaje femenino que es presentado como “un símbolo de la lucha por la igualdad de las mujeres”, ¿le cabe tanta responsabilidad a Aleida?
Se la han dado. Algunas mujeres se identifican con ella porque les dice a los hombres cosas que de alguna manera no se decían antes. Quizás ha servido como válvula de escape para muchas de ellas.

Hace poco una marca de relojes le ha concedido a Aleida una mención “a la mujer más destacada de Colombia”, ¿no le parece que otorgarle un premio a una caricatura es una caricatura?
No me parece un chiste en sí mismo porque las caricaturas son una suerte de columna de opinión, sólo que es gráfica. Si se le hace un reconocimiento es porque está fastidiando a alguien y por eso le dan premios.

¿Qué tienen en común Aleida y la Negra Nieves?
Nada. Son completamente distintas, de orígenes distintos. En alguna ocasión una revista hizo un mano a mano, pero no tienen nada que ver. Nieves es una empleada de servicio, de otra raza, de otro nivel social y cultural, de otras aspiraciones, opina mucho de política, es uribista…

En Un Pasquín usted ha recuperado para los lectores colombianos el famoso personaje de Fontanarrosa: Boggie, el aceitoso, ¿qué le diría Aleida a Boogie?
Son las antípodas. No creo que se entiendan. Si se encontraran en un bar yo creo que Aleida sale corriendo.

Colombia, por la fuerza con la que pasa del drama a la comedia, ¿es terreno fácil para un caricaturista?
Es fácil y difícil, pues se repiten mucho las mismas historias en un círculo vicioso de muerte, trabajo, vida cotidiana y otra muerte y otro atentado y luego una catástrofe natural y otra campaña política. Es difícil no ser muy reiterativo, pero la situación a veces obliga.

¿Cree que el lector se cansa de los caricaturistas?
No creo. Hay caricaturistas, como los periodistas o los columnistas, que parece que estuvieran cansados de siempre y hay caricaturistas y periodistas muy dinámicos que siempre están diciendo cosas inteligentes, novedosas y originales.

¿Qué tan en serio se toma usted?
A veces me tomo más en serio de lo que debería, porque cuando me tomo ciertas cosas a pecho me estreso y sufro más. Si no me las tomara así seguramente me divertiría más, pero me sentiría menos responsable.

¿Prefiere dibujar o escribir?
Las dos cosas me gustan mucho, pero si tuviera que escoger, escogería dibujar.

¿Qué es lo más difícil de ser caricaturista?
Conseguir que la gente respete nuestro trabajo. Que acepte que de hecho es un trabajo.

¿Una caricatura que no le gustaría hacer?
Que Uribe gane una tercera elección.

¿Hubo un día feliz en la vida de Aleida?
Seguramente antes de conocerme a mí tuvo muchos.

¿Qué no le gusta de ser colombiano?
Tener los presidentes que hemos tenido. Tener tantos años de violencia a cuestas. No poder vivir en un país tranquilo como si pueden hacerlo en otras partes aunque sus situaciones sean peores a la nuestra.

¿Quién manda en Colombia?
La mafia.

¿Fútbol o Tango?
Tango.

¿Uribe o Chávez?
Entre dos males, ninguno.