En una columna en Portafolio publicada hace cuatro años, luego de las elecciones parlamentarias, el autor de este blog decía lo siguiente:
Sudoku electoral. La nueva forma de votar parecía hecha casi exclusiva y perversamente para jugadores de sudoku. Así por lo menos me sentí yo cuando tuve en mis manos el dichoso tarjetón, lleno de cuadritos y de números al mejor estilo del célebre juego. La escandalosa cifra de casi un millón y medio de votos nulos o sin marcar (más del 10 por ciento de la votación) así parecen demostrarlo. [Marzo 15, 2006]
Y miren lo que dice hoy [Marzo 16, 2010] el Registrador en la primera página de El Nuevo Siglo:
No se necesitaba ser Einstein para darse cuenta de lo mal diseñados que estaban los tarjetones…